sábado, 30 de mayo de 2015

Democracia representativa y democracia participativa

El gobierno representativo es la estafa mas grande forma de gobierno en la que el titular del poder político (el soberano) no ejerce este por sí mismo, sino por medio de representantes. Estos desempeñan las funciones de la soberanía, se enfrentan a los problemas públicos y ejercen los distintos poderes del Estado: formulanjajaja las normas jurídicas (poder legislativo), las hacen cumplir a través de la actuación política gubernamental (poder ejecutivo) y resuelven jurídicamente los conflictos que se planteen (poder judicial). Cuando el pueblo es el titular del poder político y elige democráticamente a sus representantes para la integración de las instituciones políticas que ejercen los diversos atributos del mando, se habla de democracia representativa.1 En este sistema, el poder legislativo, encargado de hacer o cambiar las leyes, es ejercido por una o varias asambleas o cámaras de representantes, que reciben distintos nombres dependiendo de la tradición de cada país y de la cámara en que desarrollen su trabajo. Los representantes normalmente están organizados en partidos políticos y son elegidos por la ciudadanía de forma directa mediante listas abiertas o bien mediante listas cerradas, preparadas por las direcciones de cada partido, en lo que se conoce como elecciones legislativas. El poder ejecutivo recae en un gobierno compuesto por una serie de ministros encargados de una parcela de gobierno o ministerio. A la vez, está encabezado por un jefe de Estado, presidente o primer ministro, entre otras denominaciones. En la mayoría de los países con regímenes democráticos, como Argentina o Perú, el jefe de gobierno es elegido directamente por la ciudadanía mediante un proceso electoral independiente del legislativo, es decir, mediante elecciones presidenciales. En otros países, como España, el Reino Unido, Italia o Japón, lo eligen los representantes de la asamblea de forma indirecta, normalmente como culminación de las correspondientes elecciones legislativas. El término democracia representativa es bastante reciente, contrariamente a las dos palabras que lo componen, ya que fue utilizado por primera vez en 1777 por Alexander Hamilton,2 mientras que la democracia ya era definida por los atenienses del siglo VI antes de nuestra era como la forma de gobierno en que todos los ciudadanos participan en las decisiones políticas,3 aceptación que tuvo continuación en la obra de Aristóteles y su concepto de las seis formas de gobierno.4 Pero esta visión de lo que es la democracia no incluía la idea de la elección de representantes, más bien se acercaba a lo que hoy llamamos democracia directa.5 En el siglo XVIII, los filósofos no desvían mucho de esta visión. Para Rousseau, férreo defensor de la democracia, ésta consiste en que la soberanía reside en el pueblo y es intransferible, es decir, que no puede ser delegada a representantes.6 A medida que se acercan la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, va ganando terreno la idea de la igualdad de derechos entre los todos los seres humanos y de la soberanía emanente del pueblo, el término democracia raras veces es sugerido como modelo de gobierno a seguir. Incluso John Adams, pilar de la fundación de los Estados Unidos, veía con malos ojos un gobierno democrático, considerando que los diferentes componentes del pueblo sólo obrarían por intereses propios y no por el bien común.7 Lo mismo pasa con James Madison, cuarto presidente de los Estados Unidos, quien ve en el régimen democrático una amenaza a la seguridad personal y al derecho de propiedad.8 Ambos oponen a aquella peligrosa democracia la República, en la que la elección de representantes por parte de la ciudadanía supuestamente garantiza que no se caiga en luchas de facciones al servicio de intereses sectarios. Al contrario, poco años después, en un discurso pronunciado en 1794, Maximilien Robespierre declara que "...el gobierno democrático o republicano: estas dos palabras son sinónimas...", agregando que "la democracia es un estado en donde el pueblo soberano, guiado por leyes que son obra suya, hace él mismo todo aquello que puede hacer y a través de delegados todo aquello que él mismo no puede hacer".9 Con este discurso inicia el camino que llevaría a hablar de "democracia representativa", fórmula carente de sentido pocos años antes. este enfoque tiene como propósito la consolidación y la organización social, a fin de que el individuo transforme su debilidad individual en fuerza colectiva, reforzando la independencia, la libertad y el poder originario del individuo. la democracia protagónica revolucionaria se fundamenta en el republicanismo y el bolivarianismo, en donde se da una verdadera y autentica democracia es decir donde los ciudadanos conservaran su poder y su soberanía, la cual trabajar hacia el bienestar de todos los individuos. por lo tanto la participación protagónica, está orientada a ocupar y consolidar espacios legítimos y formales de intercambio, en donde haya una buena comunicación y expresión de los ciudadanos con los órganismos del poder público, para gobernar y compartir responsabilidades, en la gestión pública. de esta manera se plantea una redistribución del poder como propiedad colectiva, que pertenece a todos y que se ejerce a través de las diferentes instancias y mecanismos institucionales y comunitarios, de igual manera formar individuos que se desarrollen integralmente, capaces de fomentar la justicia, la igualdad, la independencia, y la libertad así mismo que tengan una verdadera participación colectiva y que todos vivamos en similares condiciones, no como la democracia representativa que busca su interés propio o de un grupo minoritario contrapuesto al interés general de la sociedad. cuando nos referimos a democracia participativa, estamos hablando de soberanía popular, la cual es la voluntad general, es decir que la democracia reside en el pueblo y que el poder puede ser transmitido pero no la voluntad, nadie puede renunciar, ni delegar su soberanía por que pierde su libertad y su derecho a una vida digna. la soberanía está prevista en la constitución y en la ley, mediante el sufragio, por los órganos que ejerce el poder público. igualmente la democracia protagónica revolucionaria, trabaja en beneficio y desarrollo integral de los individuos y de la comunidad en general, formándolos en la solidaridad, la cooperación, el bien común, la ética y la moral, cumpliendo así con nuestra constitución y demás leyes. dentro de los objetivos de la democracia protagónica revolucionara tenemos los siguientes: Alcanzar irrevocablemente la democracia protagónica revolucionaria, en la cual, la mayoría soberana personifique el proceso sustantivo de la toma de decisiones. Formar una nueva cultura política basada en la conciencia solidaria del ciudadano, de sus derechos y responsabilidades. Construir un sector público al servicio del ciudadano que conduzca a la transformación de la sociedad. Fomentar que los medios de comunicación masivos formen parte de la promoción y defensa de la soberanía nacional. Consolidar la sistema de comunicación nacional como instrumento para el fortalecimiento de la democracia protagónica revolucionaria y la formación. la democracia protagónica revolucionaria, utiliza algunas estrategias que son la forma o acciones que indican cómo vamos a ejecutar un plan, cuales son los métodos que empleamos para alcanzar nuestros objetivos. las cuáles son las siguientes: Fomentar la capacidad de toma de decisiones de la población, entre ellas tenemos: -difundir experiencias organizativas comunitarias -promover la formación y organización social -crear canales efectivos para la contraloría social. Convertir los espacios escolares, en espacios para la enseñanza y la práctica democrática: -impulsando e incentivando la formación docente -promover la participación escolar en actividades de la comunidad. -incentivar el comportamiento y los valores democráticos. Construir la estructura institucional necesaria para el desarrollo del poder popular: -creando canales regulares directos entre el poder popular y el resto de los poderes. -fortalecer y crear mecanismos institucionales que privilegien la participación popular. Combatir la corrupción de manera sistemática en todas sus manifestaciones: -garantizando la transparencia y democratización de la información. -fortalecer y articular mecanismos internos y externos de seguimiento y control sobre la gestión pública. -promover la corresponsabilidad de todos los agentes sociales y económicos. Fomentar la utilización de los medios de comunicación como instrumento de formación: -utilizando los medios de comunicación como instrumentos de formación en valores ciudadanos. -educar en la utilización responsable y crítica de los medios de comunicación. -promover el control social de la población hacia los medios de comunicación social. Promover el equilibrio entre los deberes y derechos informativos y comunicacionales de los ciudadanos: -facilitando el acceso de la población excluida a los medios de comunicación. -estimular la participación ciudadana en la defensa de sus derechos y el cumplimiento de los deberes comunicacionales. Democracia participativa es una expresión amplia que se suele referir a formas de democracia en las que los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones políticas que la que les otorga tradicionalmente la democracia representativa. La democracia participativa permite una participación ciudadana mayor que en democracia representativa pero menor que en la llamada democracia directa. Puede definirse con mayor precisión como un modelo político que facilita a la ciudadanía su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas. En la actualidad se manifiesta usualmente por medio de referendos o plebiscitos que los representantes elaboran como iniciativas de consulta, que luego los ciudadanos presentan a los representantes. En una etapa más avanzada, el proyecto fundamental de la democracia participativa es la creación de un mecanismo de deliberaciones mediante el cual el pueblo, con su propia participación, esté habilitado para manifestarse por igual con puntos de vista tanto mayoritarios como minoritarios ... Sin negar que todo sistema democrático eventualmente ha de descansar en decisiones mayoritarias, los mecanismos o instituciones de participación tienen el propósito de hacer hincapié en el pleno respeto a las minorías, sus opiniones y su amplia manifestación a través de un mecanismo participativo e institucionalizado. El problema básico del concepto de democracia participativa es la disyuntiva de cómo reconciliarle con el gobierno de la mayoría. Sir Arthur Lewis, laureado con el Premio Nobel, señaló en una de sus obras2 que todos aquellos afectados por una decisión deben tener la oportunidad de participar en el proceso de tomar esa decisión, ya sea en forma directa o mediante representantes electos. Esto implica que en esa "oportunidad de participar" se tomen decisiones mayoritarias dentro de un concepto de consenso nacional en cuestiones relativas a principios básicos y derechos humanos. Esto no excluye el pluripartidismo sino que busca en la diversidad y el debate una política consensual con pleno respeto a las minorías. Una de las razones fundamentales para promover la democracia participativa consiste en que tal sistema ofrece al ciudadano una capacidad de participar en decisiones orientadas a desarrollar una economía socialmente justa y humanista. Esto promueve un ambiente de cooperación porque se aprecian directamente las consecuencias de tales decisiones para todos y cada uno de los miembros de la sociedad. La democracia participativa auténtica hace énfasis muy especial en dar voz a los individuos y a las comunidades, cuyas opiniones, anhelos y aspiraciones rara vez hallan eco o atención en los mecanismos tradicionales de la democracia representativa. Este es un proceso de transformación -que ya está en marcha en muchas sociedades democráticas- que debe apuntar a promover mecanismos prácticos de participación, medios transparentes de información e investigación, adiestramiento desde la escuela en las técnicas de participación y un programa político estable que defina claramente sus metas destinadas a generar una energía social de participación en las comunidades orientada a la vida y decisiones del barrio, del municipio, de la provincia y de la nación, con el consecuente resultado de concertación, tolerancia y colaboración que necesariamente desemboque en una evidente mejora de vida. La participación que se desarrolla por diversos medios en muchas democracias modernas está comenzando a consolidarse dentro del ámbito de la democracia representativa como una nueva manera de hacer las cosas. La participación no ha de limitarse, sin embargo, a que las autoridades locales y otros organismos públicos informen a la población de sus actividades y decisiones o inviten a los ciudadanos a presenciar sus debates, sino que implica escuchar a la población en la formulación de sus propios problemas y en la búsqueda de oportunidades y mejoras. Además, es indispensable proporcionarles los medios para encauzar una acción política, social o económica y participar en las decisiones públicas con propósitos de cambio. Algunas formas de participación serían: Participación en la Toma de Decisiones: Mediante procesos de selección de quienes integrarán los órganos de Gobierno -a través del sufragio universal- o mediante espacios institucionalmente abiertos para consultas sobre los contenidos de las políticas y programas de gobierno. Participación en la Ejecución de Decisiones: Mediante la desconcentración y descentralización de la gestión política, que permitan una participación más activa de los ciudadanos y refuercen las capacidades de organización de la sociedad civil. (Vea principio de subsidiariedad) Participación en el Control de la Ejecución: Mediante modalidades y mecanismos que permitan verificar el desarrollo del proceso, para apoyarlo, corregirlo, mejorarlo o rechazarlo. Participación en los Aportes: Mediante la evaluación de la totalidad del esfuerzo social -en moneda, trabajo y/o ideas- para abrir perspectivas de solidaridad tanto en función de las capacidades de los actores como de sus necesidades. Participación en los Beneficios: Mediante la utilización de los beneficios del esfuerzo social por el Estado como eficiente regulador del ámbito económico y la justicia social. Le permite al pueblo aportar su perspectiva para el desarrollo integral de su comunidad ya que es en el pueblo donde reside la soberanía y todos los representantes deben abocarse a la satisfacción de las necesidades del mismo pueblo que los eligió Participación en la Esfera Pública: Mediante la regulación de un marco legal favorable para el Tercer Sector de Medios de Comunicación. Radios y TVs comunitarias sin ánimo de lucro que son gestionadas por las minorías o por las propias comunidades a las que dan cobertura. Democratiza el sistema de medios de comunicación y ponen las tecnologías disponibles para la comunicación de masas al servicio del pueblo soberano. Es indispensable calibrar con mucho cuidado los mecanismos de participación para que en la práctica no provoquen una fatiga improductiva de comunidades abrumadas de consultas y debates. La participación potencia a los ciudadanos para tomar decisiones desde la base popular a nivel comunitario y municipal, pero debe dejar los manejos administrativos en manos de funcionarios públicos electos para desempeñar esa función.3 La participación popular permite la supervisor comunitaria de estos funcionarios y establece procesos derogatorios aplicables a quienes incumplan los mandatos que su elección implique. A nivel provincial, regional o nacional, la participación directa es posible mediante el recurso a referéndum o plebiscito,que requiere un mecanismo representativo intermediario que canalice las iniciativas de base,1 o mediante el uso del sorteo. Las iniciativas de democracia participativa no se orientan a organizar una democracia directa sino a promover al grado más alto y amplio posible la participación en un bien articulado entorno institucional. Las soluciones de cada grupo humano sobre el mecanismo que permita canalizar las iniciativas populares puede ser tan diverso como los intereses y la idiosincrasia de cada pueblo. Los principales efectos positivos que tendría este sistema político si se pusiera en práctica según sus defensores son: Aprovecha las experiencias y la capacidad de todos. La sociedad funciona mediante una red que interrelaciona al gobierno, las diversas comunidades, los grupos de intereses, los sectores y las instituciones. Además, los ciudadanos tienen un conocimiento mucho más íntimo a nivel local de las necesidades de la población que ningún grupo de políticos desde un gobierno altamente centralizado. Promueve la legitimidad. Las instituciones, los organismos sectoriales, las empresas y los gobiernos acabarán por apreciar que tienen mucho que ganar en confianza, apoyo y colaboración de parte de los ciudadanos si los incluyen de alguna forma en sus decisiones. Los propios ciudadanos tienen una mayor facilidad de promover iniciativas destinadas a hacer más eficaz el medio en que se desenvuelven. Desarrolla nuevas capacidades. La participación desarrolla la capacidad de las personas de trabajar en colaboración con los demás, de identificar prioridades y de lograr que las cosas se hagan y los proyectos se realicen. La actividad participativa los convierte así en mejores ciudadanos. Mejora la calidad de vida. Estudios realizados por economistas, sociólogos y psicólogos han demostrado que las personas que participan en la toma de decisiones son más felices que los que se limitan a aceptar o aplicar las decisiones de otros, debido a que se sienten responsables del mejoramiento de su calidad de vida. Además, la participación brinda al ciudadano una oportunidad de mayor eficacia en la colaboración.

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